Carta de libertad

La carta de libertad es el documento a través del cual un jugador de fútbol o cualquier otro deportista queda liberado contractualmente de su club, es decir, se desvincula de este manera deportiva justo en el preciso momento en la que la misma es expedida. A partir de entonces, el futbolista puede fichar por cualquier otro equipo sin tener que indemnizar económicamente al club del que proviene por motivo de traspaso. Y es que de no disponer de la carta de libertad y, por lo tanto, no estar liberado de la cláusula de rescisión de su contrato, el jugador estaría obligado a pagar una indemnización para llevar a cabo ese traspaso no autorizado por su club actual.

También se utiliza la carta de libertad cuando un club quiere que aquellos futbolistas con un nivel de rendimiento bajo o con un salario que no son capaces de asumir por encontrarse en una situación económica desfavorable se desvinculen del mismo. No obstante, puesto que la entidad continúa pagando el salario del futbolista que dispone de la carta de libertad hasta que este se haya incorporado a otro club, esta no equivale a un despido.

Uno de los casos más sonados en su época relacionados con el uso de la carta de libertad fue el protagonizado entre el Fútbol Club Barcelona y Rivaldo en 2002, año en el que una mala gestión del club azulgrana a consecuencia de la existencia de un vacío de poder forzó la marcha del futbolista brasileño. Rivaldo obtuvo ese documento y consiguió fichar por el Milán. Cabe señalar que quizás esa no fue una de sus mejores decisiones. Proporcionar la carta de libertad a este jugador supuso para el club catalán el ahorro de los más de seis millones de euros de sueldo neto que este percibía, pero también provocó que uno de los clubes rivales se reforzará al fichar a este futbolista de máximo nivel.

Por lo tanto, el club que quiera fichar a un jugador con un contrato aún vigente en otro club, así como cualquier jugador que se quiera marchar de un club antes de que se termine su contrato, no podrá hacerlo sin pagar para ello una indemnización debido a la existencia de una cláusula de rescisión que se lo prohíbe. Se trata de un método que usan los clubes de fútbol para proteger a sus estrellas. Una cantidad económica que tiene que ser pagada para conceder la carta de libertad a un futbolista. Suele ser muy habitual escuchar este tipo de términos en periodos de transferencias, es decir, cuando comienza el mercado de fichajes.

Desde el año 1985 los jugadores de fútbol de la liga española tienen la posibilidad de rescindir sus contratos de manera unilateral a cambio de una cláusula de compensación, ya que de lo contrario sus respectivos clubes no les concederán la carta de libertad. Hay que tener en cuenta que antes de que se estableciera esta cláusula, las entidades se aprovechaban del derecho de retención vigente en aquella época, el cual hacía que los futbolistas viviesen en una especie de régimen de semiesclavitud por parte de sus clubes, ya que estos podían prorrogarles el contrato el tiempo que quisieran, sin tener en cuenta si los jugadores estaban de acuerdo o no.

La cláusula de rescisión puede ser establecida en el mismo momento que se produce la firma del contrato o decidida por un tribunal. Por norma general, el precio de salida de un futbolista suele ser pactado previamente debido a la prolongación indeterminada de los procesos de concertación.

Para calcular la cláusula de rescisión con el fin de conseguir la carta de libertad hay que tener en cuenta que la cantidad de dinero a pagar no es arbitraria, sino que esta irá en concordancia al sueldo del jugador de fútbol. Esta se decide en las negociaciones previas a la firma del contrato, aunque esta cantidad de dinero no siempre es conocida por los aficionados.

Cuando el París Saint-Germain fichó a Neymar, este club tuvo que pagar al Barcelona la friolera cifra de doscientos veintidós millones de euros en concepto de cláusula de rescisión para que así le diera la carta de libertad al jugador brasileño. La cantidad oficial negociada entre Messi y el Fútbol Club Barcelona se desconoce, pero se cree que estaría comprendida entre los doscientos cincuenta y los cuatrocientos millones de euros.

En España, la indemnización correspondiente a la cláusula de rescisión tiene que pagarla el futbolista a la competición, es decir, a La Liga, la cual posteriormente se encargará de transferir el dinero a su antiguo equipo. Desde el año 2016 esta operación está libre de impuestos. El hecho de que el pago corra por cuenta del propio futbolista marca una de las diferencias que existen entre las cláusulas españolas y las del resto de las ligas mundiales. Sin embargo, el club que desea fichar al jugador es el que normalmente desembolsa la cantidad de dinero requerida en su nombre, aunque también puede ocurrir que el club comprador pague antes al futbolista para que este pueda llevar a cabo la indemnización y recibir la carta de libertad.

También puede suceder que un futbolista no se encuentre a gusto en su club, ya sea porque no juega los minutos suficientes, está siempre en el banquillo o por cualquier otro motivo, pero este no le concede la carta de libertad sin que antes pague la cláusula de rescisión, algo que le obliga a permanecer en él durante los años establecidos en el contrato porque no puede hacer frente a ese desembolso de dinero, perdiendo así la oportunidad de fichar por otro club en el cual pudiese evolucionar.

En este mismo caso, incluso puede ocurrir que algún club ya se encuentre interesado por él, pero este tampoco se pueda hacer cargo de la indemnización, por lo que el jugador permanecerá encadenado a su club. Es por ello que cuando se trata de jugadores de alto nivel, las cláusulas de rescisión suelen ser tan elevadas.

Cuando esto sucede, muchos jugadores de fútbol deciden hacer todo lo posible para forzar su marcha. Para ello juegan a un nivel más bajo del habitual o, simplemente, se dedican a jugar sin apenas esforzarse, lo cual hace en muchas ocasiones que el club se vea obligado a concederle la carta de libertad. Además, como se ha mencionado anteriormente, este tendrá que seguir pagándole el salario hasta que otro club lo fiche.

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