Juez de linea

Los jueces de línea, actualmente denominados árbitros asistentes, son las personas encargadas de ayudar al árbitro desde fuera del terreno de juego durante un partido de fútbol, aunque en algunas ocasiones se puede requerir su presencia dentro del mismo. Además de asistir al colegiado en las situaciones que sean necesarias, el árbitro asistente también debe señalar el fuera de juego, siendo esta su función principal.

Las reglas del fútbol establecen que los árbitros asistentes tienen que estar presentes en todos los partidos, sin embargo, normalmente se prescinde de ellos en categorías inferiores, ya que en estas no se suele contar con suficientes árbitros. A veces junto a los árbitros asistentes hay un cuarto árbitro, de manera que si alguno de los anteriores no pudiera seguir durante un partido de fútbol por alguna razón, como por ejemplo una lesión o una amonestación por parte del colegiado, este pueda sustituirlo. Y es que según el reglamento decretado por la FIFA, es totalmente legal llevar a cabo la expulsión de un árbitro asistente si fuera preciso. La figura del árbitro asistente suplente se añadió a las reglas de juego en el año 2007.

Las decisiones de los árbitros asistentes están sometidas a juicio del árbitro, ya que como se ha indicado anteriormente, la labor de estos es la de asistir, no la de imponer su criterio. El juez de línea o árbitro asistente ayudará siempre que sea necesario al árbitro principal del encuentro, señalándole todo lo que este no sea capaz de apreciar, ya sea por su lejanía de la jugada o por cualquier otro motivo. De todas maneras, el colegiado podrá delegar algunas de sus responsabilidades en los árbitros asistentes, depositando plenamente su confianza en ellos, de tal modo que pueda despreocuparse de determinadas tareas.

Tanto el árbitro principal como los árbitros asistentes vestirán de igual modo siempre que sea posible, pero este último llevará un banderín a través del cual podrá hacer al árbitro las señales establecidas en las reglas de juego. Cada asistente estará situado en una línea de banda, pudiendo recorrer tan solo la mitad que queda a la derecha de la línea del centro del terreno de juego, por lo que su radio de acción se limita a las zonas más cercanas a esa mitad, aunque también a aquellas en las que dispusiera de una buena visibilidad debido a su ubicación, como por ejemplo las líneas de meta. Generalmente, el juez de línea con más antigüedad será el que ocupe el lado del campo en el que se encuentran las áreas técnicas con el fin de supervisar cuando se producen las sustituciones.

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Funciones del juez de línea

En la Regla número 6 de las Reglas de Juego se encuentran recogidas todas las funciones de los jueces de línea, las cuales se mencionan a continuación:

  • Indicar cuando un futbolista está en fuera de juego.
  • Señalar si la pelota ha traspasado por completo las delimitaciones del terreno de juego.
  • Levantar el banderín cuando un jugador comete una infracción cerca de su campo de acción.
  • Avisar cuando un equipo quiere llevar a cabo una sustitución.
  • Indicar que se ha cometido una infracción grave en el caso de que el árbitro principal no la haya visto.
  • Señalar cuando se tiene que realizar un saque de esquina, de puerta o de banda.
  • Levantar el banderín si el guardameta se ha adelantado antes de que el jugador del equipo contrario patee la pelota durante un tiro penal.
  • Asegurarse de que todo transcurre de manera adecuada en la zona de banquillos, aunque en el caso de que hubiera cuarto árbitro, esta tarea le correspondería a él.
  • Si el árbitro lo necesita, tendrá que ayudarle a acomodar la barrera con el fin de que aquellos jugadores que la componen estén a la distancia correcta, es decir, a 9,15 metros.
  • Señalar si se ha cometido alguna infracción dentro del área penal, la cual el árbitro principal no haya visto, ya sea porque se encontraba lejos del lugar donde se ha producido la jugada o por algún otro motivo, y siempre que el colegiado le pida ayuda. De todos modos, la decisión final corresponde siempre al árbitro, ya que el penalti tiene lugar dentro del terreno de juego, una zona en la que no puede meterse el asistente.

También es competencia del árbitro asistente señalar cuando el árbitro principal comete un error disciplinario evidente, como por ejemplo sacar dos tarjetas amarillas al mismo futbolista sin que le expulse, no hacer sonar su silbato cuando un jugador golpea dos veces la pelota en un penalti o sacar tarjeta amarilla al futbolista equivocado. En este tipo de casos tendrá que intervenir de inmediato avisando al colegiado con el fin de informarle de su error y de evitar que reanude el juego. Si fuera preciso, el cuarto árbitro también podrá ayudar en dichas situaciones. Por otra parte, los árbitros asistentes no deben señalar aquellas infracciones cometidas excesivamente lejos de su campo de visión, así como las que se produzcan por cesión al guardameta.

Las señalizaciones que lleve a cabo el juez de línea abarcan una variedad tan amplia como lo permitido por la estética de cada individuo, aunque este siempre debe seguir las pautas estipuladas en las reglas de juego. Por lo tanto, durante un partido de fútbol, el árbitro asistente tendrá que correr con el banderín desplegado, agarrando el mástil por su parte media o inferior y llevándolo con el brazo que se encuentre más cerca del interior del campo.

En el momento en el que vaya a realizar una señalización, debe intentar utilizar el brazo que corresponde al sentido del saque, evitando en la medida de lo posible cambiar el banderín de mano por encima de su cabeza, ya que de lo contrario puede generar confusión. En el caso de que hubiera tenido que levantar rápido el banderín y no hubiera podido hacerlo con el brazo correspondiente al sentido del saque o del señalamiento, el árbitro asistente tendrá que bajarlo y cambiar el banderín de mano por debajo de su cintura, nunca por encima de su cabeza.

El uso de la tecnología cada vez está más presente en los partidos de fútbol

Actualmente, en los partidos de fútbol de los equipos profesionales se suelen utilizar banderines dotados de un pulsador. Cuando este es presionado, manda una señal que llega en forma de vibración a un dispositivo que lleva el árbitro principal en su brazo. Esta vibración le indica que uno de los asistentes le está señalando una infracción.

Este pulsador solo debe ser utilizado por el juez de línea cuando el colegiado no detecte su señalización con el banderín, aunque también lo puede emplear en aquellas jugadas que precisen de su atención inmediata, tales como penaltis, fueras de juego en ataques peligrosos o mano del delantero en un ataque. Incluso podría usarlo para indicar al árbitro la intención de un equipo de llevar a cabo una sustitución, la petición de un futbolista de regresar al terreno de juego tras una caída o la presencia de algún espontáneo en el campo de fútbol, así como de varios balones al mismo tiempo u otros objetos extraños. En el caso de que solo funcione el pulsador de un banderín, es mejor que el asistente de banquillos sea el que disponga de este, y si fuera necesario que lo utilice también cuando el otro asistente levante su banderín.

Este sistema es de gran utilidad no solo para que el árbitro principal pueda percibir una señal pasada por alto, sino también porque de ese modo no tendrá que quitar la vista del juego en aquellas jugadas más importantes para buscar al asistente. Esto no significa que el colegiado se desentienda por completo de los jueces de línea, ya que debe observarlos como si no este pulsador no existiera porque puede pasar que el dispositivo no perciba la señal.

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