Portero

El portero es la persona encargada de interceptar el esférico con el fin de proteger su portería y evitar el gol. Su función dentro del equipo incluye tanto las acciones ofensivas como las acciones defensivas. Estas últimas involucran además su capacidad a la hora de tomar decisiones.

Un buen portero debe poseer ciertas habilidades, tales como la velocidad a la hora de desplazarse a por el balón, y además también tiene que tener técnica. Solo así será capaz de cubrir de manera adecuada la portería.

Siempre suele estar en el punto de mira, ya que si consigue parar el balón se considera que ha cumplido correctamente con su función, pero en el caso contrario se puede llegar a pensar que no ha hecho todo lo necesario para evitarlo. Por eso su posición es una de las más difíciles.

No está obligado a permanecer en el área de meta, pudiéndose involucrar en el juego e incluso actuar como defensa, pero en todo momento debe permanecer atento a la portería.

Habilidades del guardameta

Entre las habilidades que debe poseer un portero cabe destacar:

  1. El posicionamiento

El guardameta tiene que ser capaz de evitar los intentos de gol del equipo contrario. Para ello debe posicionarse de manera correcta en aquellos lugares que considere que implican un mayor peligro. Tiene que cubrir en todo momento la portería de poste a poste y de suelo a travesaño, siempre de forma rápida y eficaz. Una característica que se tiene en cuenta a la hora de fichar un portero es su altura, aunque esta no es siempre un dato relevante.

Hay diferentes tipos de porteros: aquellos a los que les gusta mantenerse estáticos debajo de la portería y los que avanzan asumiendo el papel de un defensa. Sea del tipo que sea, el guardameta siempre debe evitar que la portería este desguarnecida durante periodos de tiempo muy largos, ya que de lo contrario su rival podría aprovechar esta ocasión para realizar un disparo a larga distancia o un intento de globo.

  1. La anticipación

El portero debe ser capaz de cortar los centros realizados por sus rivales, sobre todo aquellos que tienen lugar durante los saques de esquina. También tiene que saber anticiparse al vuelo del balón cuando un contrincante lanza un tiro a puerta.

Aunque hay guardametas que controlan mejor el uno contra uno, también hay otros especialistas en los balones por alto. Un buen portero debe tener la capacidad suficiente de anticipación para cada una de las situaciones que se le presenten.

  1. Los reflejos

El portero también debe tener la capacidad de reaccionar en el menor tiempo posible. Las jugadas tienen lugar en pocos segundos y el balón puede llegar a la portería a una velocidad muy elevada, por lo que el portero debe permanecer constantemente en alerta.

Los jugadores del equipo contrario siempre intentarán lanzar el esférico a zonas de la portería que sean difíciles de alcanzar para el portero. Por este motivo también es muy importante que el guardameta disponga de la flexibilidad necesaria, así como de potencia en las piernas, para interceptar el balón.

  1. La personalidad y la seguridad en uno mismo

En muchas ocasiones, el portero tendrá que tomar decisiones solo y en cuestión de segundos, por eso es muy importante que no dude, ya que cualquier error podría suponer que le marquen un gol.

  1. La comunicación

Con el fin de mejorar la funcionalidad del equipo, es preciso que el guardameta se comunique de manera constante con este, sobre todo con los defensas, ya que serán los que le ayuden a proteger la portería.

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